Economía circular 1. Asomándonos.
Últimamente suena cada vez más este concepto de «economía circular», pero ¿qué significa?, ¿cuáles son sus beneficios?
Básicamente la economía circular es un planteamiento más sostenible a la hora de producir y consumir. Por un lado lo que se pretende es alargar el ciclo de vida de los productos con todas las estrategias que puedan ayudar a ello: compartir, arrendar, reutilizar, reparar, renovar, reciclar… Con ello conseguimos una reducción de residuos al mínimo. Si un producto llega al final de su vida útil, sus materiales permanecen en la economía mientras se pueda por ejemplo usándolos de forma productiva repetidamente y dándoles más valor.
El modelo económico tradicional o generalizado actualmente es un modelo lineal que se basa en una pauta de extraer materias primas, fabricar, consumir y tirar. Es un modelo que consume una gran cantidad de energía, que trata de utilizar materiales baratos aunque sea reduciendo su calidad y que genera una ingente cantidad de residuos. Uno de los ejemplos más extremos de esta economía es la obsolescencia programada, el diseño de un producto con una vida útil limitada que obligue a comprarlo de nuevo si ninguna posibilidad de reparación.
Pero la economía circular supone además algunas prácticas diferentes como la tendencia progresiva a que lo que extraemos de la tierra sea devuelto en unas condiciones tales que pueda ser «reabsorbido» y transformado de la manera menos traumática y respetuosa con el ecosistema.
En realidad no solo se trata de acciones, o tendencias sino que supone un profundo cambio de mentalidad a nivel individual y de cultura a nivel colectivo. Es un cambio en el modelo de consumo y un cambio profundo en una economía que debe dejar de depender de las expectativas de crecimiento del consumo para ser «sostenible».
Somos 7000 millones de personas en el planeta y la cifra aumenta cada día. 7000 millones de consumidores de energía, de transformadores del territorio de generadores de deshechos.
¿Cuáles son los beneficios?
El principal efecto de una economía circular es el alivio de la presión sobre el medio ambiente, es decir, sobre nosotros mismos y sobre nuestra supervivencia. Potencialmente supone la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, el uso adecuado de las fuentes de energía y la prolongación de su disponibilidad. También con toda probabilidad una reducción de costes para las empresas, una mejora en la competitividad, un estímulo de la innovación y la creación de empleo.
Y en el día a día nuestra forma de consumo, los productos que consumimos y los ciclos de vida de los mismos variarán, con ello el gasto se reducirá y la calidad mejorará.
Pero parece que hablamos de algo que tiene que suceder en un futuro y en realidad la economía circular es una realidad presente a la que además cada una y cada uno de nosotros puede contribuir de forma significativa. ¿Quieres saber cómo? En breve continuamos con Economía circular 2.
Hasta entonces interactúa con esta infografía creada por el parlamento europeo: infografía