Sumar
Se suele decir que “lo perfecto es enemigo de lo bueno”. En el ámbito de la protección y el cuidado del medio ambiente desde nuestro punto de vista esta máxima cobra sentido.
Los problemas medioambientales son extremadamente complejos. Sus causas son múltiples y a menudo interrelacionadas por lo que, a pesar de que nos gustase que fuera de otra manera, es complicado aislarlas y actuar sobre ellas separadamente en la mayor parte de los casos. Detrás del origen de muchos problemas ambientales no sólo encontramos actividades, acciones o políticas erróneas sino que estas tienen implicaciones a otros niveles: culturales, sociales, económicos, políticos, etc.
Son importantes las regulaciones que manan de las instituciones nacionales e internacionales, las iniciativas de organizaciones privadas, pero también lo son los valores y actitudes y las pequeñas aportaciones de la población general. Esta última parte tiene mucha más capacidad de influencia de lo que en realidad queremos o podemos creer. Nuestras necesidades, nuestras demandas y nuestros hábitos son la base sobre la que las organizaciones e instituciones tomarán decisiones y emprenderán acciones desde sus ámbitos de poder, influencia y responsabilidad. Como ciudadanos, como trabajadores, como consumidores podemos formar parte de la solución.
Cada pequeño gesto cuenta, cada pequeño cambio interno de actitud, cada información, cada toma de conciencia es un cambio a nivel global.
Creemos que es importante valorar las pequeñas cosas, los pequeños cambios incluso en el ámbito de la organizaciones e instituciones. Podemos pedir y esperar más, mientras hacemos más pero eso no quita reconocer y agradecer lo que nos pueda parecer escaso, imperfecto o insuficiente, aun sabiendo que para algunos cambios vamos contrareloj. “Lo perfecto es enemigo de lo bueno”.
En Econsciencia asesoramos y acompañamos a las personas y a las organizaciones a incorporarse a la conciencia y los cambios por un presente y un futuro mejor.